Soy colombiano, estudié biología en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá. Después de finalizar el pregrado trabajé como científico de datos analizando los efectos económicos del calentamiento global para el gobierno colombiano. Realicé una maestría en ecología y biología evolutiva en la Universidad de Michigan bajo la supervisión de la profesora Mercedes Pascual y un PhD en Ecología y Evolución de la Universidad de Chicago.
Soy biólogo matemático y mi investigación se centra en la interface entre la ecología, clima, economía y urbanización. En general estoy interesado en entender de forma dinámica la relación sinérgica entre sistemas humano-naturaleza bajo alta variabilidad ambiental. Específicamente, mis intereses están en la intersección entre la ecología de enfermedades infecciosas, ecología urbana y salud pública. Usando principalmente metodologías que combinan modelos estadísticos y matemáticos he estudiado como factores ambientales y demográficos a diferentes escalas espacio-temporales afectan las dinámicas de enfermedades transmitidas por vectores (como la malaria) en escenarios urbanos. Estoy particularmente interesado en entender a fondo procesos de crecimiento de ciudades y urbanización, que considero uno de los fenómenos más rápidos y excitantes en nuestra sociedad en las últimas décadas. Las ciudades pueden ser estudiadas como sistemas complejos adaptativos con alta heterogeneidad, interconectividad y dependencia en escala.
Adicionalmente, estoy muy interesado en aplicar herramientas de genética de poblaciones a enfermedades infecciosas como malaria o dengue y relacionarlos con aspectos de la epidemiología de estas enfermedades y su control. Actualmente, trabajo en el análisis de patrones de cambio en el uso de suelo a diferentes escalas geográficas y proponiendo modelos matemáticos y estadísticos que clarifiquen la relación entre la intensidad de la transmisión, la diversidad genética y la probabilidad de que emerja resistencia en parásitos como Plasmodium falciparum. Por último, he tratado de combinar la información molecular, epidemiológica y demográfica para modelar la distribución y la propagación de la Malaria en Colombia y así cuantificar la prevalencia de estas enfermedades en poblaciones mineras, pues a medida que se deforesta y se generan nuevos campamentos mineros incrementa la cantidad de agua estancada y cambios en la composición genética de las especies de vectores.